Paganini: dícese de la persona que «por generosidad o ingenuidad» paga gastos ajenos. Concepto éste muy interesante. Sobre todo por lo que atañe al motivo de tal conducta, generosidad o ingenuidad, según dice la definición. Ser generoso se hace equivaler a ser ingenuo: «sincero, candoroso y sin doblez y que actúa sin tener en cuenta la posible maldad de las personas o la complejidad de las situaciones». Curiosamente la palabra proviene del latín ingenuus. Significa nacido libre, de buen linaje y por extensión designa a los rasgos naturales, innatos y nobles del carácter de un individuo.

La clase de los paganini

Los nacidos libres de  este país que actúan sin doblez y con generosidad terminan pagando los gastos ajenos. Financian dolorosamentente los excesos de sus clases dirigentes. Terminan constituyéndose en las clases ingenuas de los paganinis. Y con ello no me refiero exclusivamente a pagar los gastos de los ni-ni desfavorecidos por el sistema. Me refiero también – y más dolorosamente – a los despilfarros de los ni-ni aforados y similares. Todo ello mientras esperan en vano que alguno de los beneficiados por su ingenuo aporte se decida a tomar iniciativas. Quiero decir medidas en favor de la clase de los paganini. Me refiero por supuesto a alguna actividad que vaya más allá de pasar el rato en el escaño componiendo memes de sus competidores en doblez y derroche.

Pero bueno, siempre hay un enmascarado, un llanero solitario. Ese robin hood cualquiera que defiende a los paganinis. Un héroe que arrebata a los poderosos parte de los recursos que aquellos han injustamente usurpado a los paganinis para honrosamente devolvérselos. Es el caso de Pablo Iglesias hacia Pedro Sánchez: una figura protectora que «ingénua» y «desinteresadamente» sale en defensa del defenestrado. Constante en su actitud pulcra y desinteresada, sin calcular con doblez cuánto beneficio puede hacer su partido del árbol caido del PSOE.

¿Cuándo encontrarán las clases medias su héroe enmascarado? ¿Cuándo estos eternos paganinis se verán acogidos bajo el ala protectora de una mamá gallina que no les aplaste? ¿Quién defenderá por fin al ciudadano paganini? ¿Algún otro mascarita?