El Hipertexto
Ted Nelson , un autor de películas y musicales de rock acuñó, en el año 1963, el concepto de “hipertexto ” al crear un sistema de almacenamiento y recuperación de datos que bautizó como «Xanadú «.
Nelson buscaba un sistema de máquinas “media” que permitieran superar las limitaciones de la información en papel. Para ello proponía entrecruzar la información mediante una especie de enlaces auto reparables (no como los actuales que se rompen) y transclusiones (mostrando las conexiones entre partes idénticas).
Aunque este modelo de Nelson está en el origen de la World Wide Web , no coincide con la actual implementación hipertextual de la red.
Si tomamos de la Real Academia Española de la lengua su definición de “hipertexto” como “Texto que contiene elementos a partir de los cuales se puede acceder a otra información” y la ponemos en relación con la intención de Xanadú de interconectar diversos textos y permitir el trabajo simultáneo y en paralelo con varios documentos diferentes nos haremos una buena idea de las posibilidades multidimensionales que nos ofrece el hipertexto.
Pero esta dimensión de interconexión textual se refiere únicamente a los enlaces semánticos más tradicionales y se ha visto superada por el fenómeno multimedia. Así los hiperenlaces actuales nos permiten navegar entre mundos multidimensionales fuera del plano exclusivo del texto y donde se incluyen música, sonidos, imagen fija y vídeo, gráficos estáticos y también interactivos, así como variadas combinaciones de todos ellos y otros más insospechados como Bases de Datos (de todo tipo) y documentos secundarios generados dinámicamente.
El hipertexto resulta muy útil siempre que no se caiga en los problemas típicos que presenta: pérdida de orientación (navegación dispersa y sin objetivos), saturación informativa que produce desbordamiento cognoscitivo y, finalmente, exceso de pasividad derivada de la facilidad de acceso a la información (tendencia a no reelaborar personalmente la información).
Una gran ventaja del hipertexto a la hora de confeccionar nuestros propios apuntes personales está en el hecho de “implicarse” al construir la interrelación de informaciones.
La persona que construye su propio hipertexto difícilmente puede adoptar una actitud pasiva; si la información le desborda percibirá que ha de refinar su “constructo” y si se desorienta reconstruirá mejor su mapa conceptual de base.
Ejemplo de mapa conceptual (Ver: María Birbili )
Las facilidades de dibujo de Word (u otros similares), añadiendo las nota personales a modo de comentarios y ampliando los conceptos mediante links hipertextuales a páginas de Internet donde ampliar y profundizar los conceptos pueden servir como un comienzo para cualquiera.
El principio no es otro que el utilizado para preparar el hipertexto de este blog y de otros muchos.