¿Hacia dónde va nuestro mundo?
Si hacemos caso a Habermas (como nos cita Steingress [1]), la «dinámica cultural» viene a «mostrarnos en ella la «constelación posnacional» y el fundamento de una nueva democracia anclada en la razón comunicativa«, aunque últimamente no resulta nada fácil hablar de «posnacionalismo» e interculturalidad. El primer vocablo parece haber recobrado bríos como escape a la crisis económica en la cual nos vemos sumergidos (o más bien ahogados) mientras el segundo es objeto de manipulación política con el descarado interés de convertir lo extranjero en culpable de todos los males que nos afectan y así distraer nuestra conciencia de los verdaderos responsables de los mismos (¿hace falta nombrarlos o ellos mismos se ponen en evidencia con sus comportamientos corruptos e insolidarios?). Necesitamos controlar hacia dónde va nuestro mundo.
[youtube XolCGiqkfQg nolink]
¡Alucinante! Pero claro, quiere vender su libro…
En una perspectiva, probablemente optimista, Alútiz [2] plantea «considerar la coimplicación de la evolución social y la evolución cognitiva humana como partes de un mismo proceso evolutivo que se condiciona mutuamente, y que resulta especialmente visible en una reconstrucción histórica de la moralidad social«, lo cual nos lleva indefectiblemente a considerar la posibilidad de que la evolución histórica nos conduzca hacia la mejora personal y moral.
La cuestión a responder consecuentemente es que si esto fuera así cabría esperar un conjunto de actividades tanto personales como sociales cuyo resultado final condujese a una cultura más justa y equilibrada. ¿Pero es posible dicho objetivo cuando nos dejamos dominar por una economía salvaje, servidora de unos pocos privilegiados y sojuzgadora de la gran masa social?
A poco que nos fijemos en los discursos políticos que acompañan indefectiblemente las impopulares medidas de recorte, veremos como tratan de vendernos la inoperancia del estado del bienestar y de cualquiera otro logro social alcanzado tras muchos siglos de sufrimiento e injusticia social. Pero, si bien es cierto que «el Estado benefactor creó y sigue creando burocracias que no dan cuenta de sus actos y que son, las más de las veces, despilfarradoras e ineficientes» (Giddens [3]), eso no implica culpabillizar a la justicia social distributiva de los males causados por los dirigentes manirrotos y corruptos.
El problema no está en la ideología, sino en los mecanismos de poder y de control del mismo, los cuales no hacen otra cosa sino perpetuar un sistema de castas, donde son los «padrinos» quienes conceden o deniegan estatus y trabajo, impidiendo a la capacidad y el mérito constituirse en verdaderos catalizadores de la sociedad. En este sentido la escuela de masas diseñada por nuestras élites ha fracasado en su intento igualitario, incrementando y potenciando las brechas sociales (Dubet [4]).
¿Hacia dónde va nuestro mundo? Para los ciudadanos de este país las cosas están muy claras (Barómetro CIS [6] de Enero 2013): hacia el desastre económico, político y social. Desgraciadamente sólo cabe pensar que mientras el control del mismo siga en manos del sistema de castas, continuaremos deslizándonos hacia el conflicto, pues al aumentar las distancias entre privilegiados y excluidos, y al despreciar las potencialidades de los seres humanos más capaces por el mero hecho de no pertenecer a la élite dominante, el único horizonte viable para los oprimidos está en la revolución, como señala Lenin [5] citando a Engels: «violencia es el instrumento con la ayuda del cual el movimiento social se abre camino y rompe las formas políticas muertas y fosilizadas«.
Fuentes
[1] Steingress, G.- [en línea] La cultura como dimensión dela globalización: Un nuevo reto para la sociología. [consultado: 23-04-13][enlace externo]
[2] Alútiz, J.- [en línea] Los estadios morales de la evolución social. [consultado: 23-04-13][enlace externo]
[3] Giddens, A.- [en línea] El futuro del estado benefactor. En: Estudios Públicos, 74 (otoño 1999) [consultado: 24-04-13] [enlace externo]
[4] Dubet, F.- [en línea] Las paradojas de la integración escolar. En: Revista Espacios en blanco, nº 19. Argentina, junio de 2009, p. 197. [consultado: 24-04-13] [enlace externo]
[5] Lenin, V.- [en línea] El estado y la revolución. 1917. [consultado: 24-04-13] [enlace externo]
[6] CIS.- [en línea] Barómetro de Enero 2013. Estudio nº 2.976. [consultado: 24-04-13] [enlace externo]