Mentes programadas, sociedad sometida
Mentes programadas.. ¿sociedad sometida?
Mentes programadas es una idea que está por todas partes y a la que no rendimos temor. Creemos firmemente en los conceptos que nos venden cada día los medios. Y lo hacemos así porque pensamos que son pensamientos beneficiosos.
Y sin embargo el concepto de «sociedad sometida» suena extraño en el ámbito democrático. Porque hemos aprendido a pensar que en la democracia somos libres y no estamos sometidos sino al mandato de las leyes. Lo cual aceptamos de buen grado porque esas mismas leyes nos protegen del abuso. Y así garantizan que los más fuertes no podrán usar su poder contra los más débiles. Y lo hacen por la fuerza de la unidad del colectivo.
Así, romper la cohesión interna es el primer paso cuando se pretende destruir una determinada comunidad. El famoso «divide et impera» atribuido a Julio César. ¿Pero es verdad que somos libres? ¿Las ideas que nos bombardean constantemente desde los medios y las redes están ahí para nuestro bien? ¿O sólo sirven para nuestro sometimiento?
Mentes programadas y manipulación
El lingüista norteamericano Chomski [1] expone la existencia de diez maneras en que los medios de comunicación nos mangonean. Y todo ello mientras creemos que realmente nos informan. Las manipulaciones a que se refiere son éstas:
- Desviar la atención del público de los problemas importantes. Un ejemplo claro lo tenemos en el típico «panem et circenses». Frase acuñada por Juvenal (circa 100 A. D.). Y hoy es sinónimo de entretenimientos de baja calidad intelectual usados por el poder para ocultar sus problemas.
- Crear un problema para que nos demanden una solución (que ya tenemos preparada). También una manera de colocar una medida que nos interesa, pero como si no fueramos nosotros quienes la desean.
- Convertir en aceptable lo inaceptable, pero poco a poco. Ejemplo: reducir los beneficios de los trabajadores de un sector aduciendo la peor situación de otros. En vez de igualar hacia arriba, hacerlo hacia abajo.
- Diferir lo negativo para hacerlo más aceptable. Ejemplo: aumentar la edad de jubilación, pero como medida futura.
- Dirigirse a la gente como si fueran niños. No se les pide opinión, sino que se les empuja a dar conformidad a las propuestas.
- Utilizar los recursos emocionales más que los intelectuales, induciéndonos una respuesta emocional a un determinado problema para evitar que realicemos una evaluación racional del mismo.
- Fomentar la complacencia con la mediocridad. No hace falta explicarla mucho, basta con encender la T.V.
- Reducir al mínimo la calidad de la educación. Así se impulsa mejor la mediocridad de las nuevas generaciones. (¿Os suena de algo esta política?)
- Convertir al ciudadano en culpable. La persona que se autoinculpa deja de ser capaz de reaccionar y de luchar para mejorar.
- Conocer a las personas mejor de lo que ellas se conocen a sí mismas. ¿Big Data?
Mentes programadas y poder
Y estos diez aspectos citados por Chomski son perfectamente reconocibles en los medios de comunicación. Y lo que es peor, cada vez se ocultan menos. Así conforme avanzan en su dominación, más estúpidos nos consideran y menos tienden a camuflar sus actuaciones. Y el descaro es un nuevo insulto a añadir a la mentira y la desvergüenza de su comportamiento.
Aún hoy sigue siendo útil el panem et circenses. Según un estudio de Colón [2]: «La estrategia política de Juvenal para el bienestar de la sociedad romana, panem et circenses, envuelta en una carga terapéutica sentimental, conforma para el neoliberalismo una estrategia que muestra las pautas para la construcción del orden social neoliberal» .
Y alarmar para reprimir libertades no es nuevo. Es el caso de la Ley 4.144 aprobada en Argentina en 1902. Así nos dice Nazar [3] esta ley «tenía por finalidad limitar el accionar disruptivo de algunos de los inmigrantes a los cuales se acusaba de los desórdenes generados en las protestas obreras pese a habérseles abierto generosamente las puertas del país». Porque este mecanismo de restringir libertades culpando de ello a un cierto colectivo garantiza al poder su impunidad. Y de este modo hacen el mal y responsabilizan a otros. España no se libra.
El recorte de pensiones: ejemplo de hacernos tragar «poco a poco» el veneno de su incapacidad. Jiménez [4] lo recoge en su artículo: «A partir de 2019 las nuevas pensiones sufrirán un recorte automático al aplicarse el factor de sostenibilidad [..]. La ministra [..] insiste en que no se verá mermada la pensión [..] lo cierto es [..] contemplan una reducción inicial del 0,45%. A esta medida ya se suman [..] el retraso en la edad de jubilación, el aumento del cálculo de las bases de cotización y la cuasi congelación de la revalorización.»
Mentes programadas. El hombre mediocre
Antes de acabar me permito traer aquí un par de ideas de Giuseppe Ingegneri (1877, Palermo [Italia)-1925, Buenos Aires). Él fue un seguidor del arquetipo humano de Leonardo da Vinci: el hombre completo. Así se construyó una formación multidisciplinar como médico, psiquiatra, psicólogo, farmacéutico, escritor, docente, filósofo y sociólogo. Ingenieros [5] planteó la existencia de tres tipos de hombre: el idealista (creador), el mediocre (preservador) y el inferior (destructor).
«¿La continuidad de la vida social sería posible sin esa compacta masa de hombres puramente imitativos, capaces de conservar los hábitos rutinarios que la sociedad les transfunde mediante la educación? El mediocre no inventa nada, no crea, no empuja, no rompe, no engendra; pero,
Ingenieros, J. (2010). El hombre mediocre. Linkgua digital. Pág. 10
en cambio, custodia celosamente la armazón de automatismos y prejuicios y dogmas acumulados durante siglos, defendiendo ese capital común contra la asechanza de los inadaptables. Su rencor a los creadores compensase por su resistencia a los destructores».
Cierto es que la idea no es nueva. Baste recordar a los dioses del hinduismo: Brahma, Visnú y Siva. Ellos reflejan esos mismos tres aspectos de creación, preservación y destrucción. Pero lo importante es la humanización que este autor hace de sus cualidades. Y en este caso lo que intento es fijar la importancia del hombre mediocre. Porque sin él lo construido por los idealistas creadores es rápidamente destruido por los inferiores.
Y me parece importante situar al hombre mediocre en esta disquisición. Él es la clave de la supervivencia social. Y también el objetivo principal del poder. La programación de la mente del hombre mediocre supone el control de la masa. Es la llave para someter a la sociedad.
Mentes programadas. Conclusión
Sólo hay una, y es verdaderamente importante. Y se centra en la educación mayoritaria: la que forma al hombre mediocre. Si nos dejamos alienar por los mensajes interesados del poder, el hombre mediocre se convertirá en hombre inferior. ¿Resultado final? El caso de Venezuela es una clara respuesta: la destrucción de la riqueza social, el empobrecimiento y finalmente la violencia.
¿Educación para todos? Sí. ¡Claro que sí! Pero de calidad y respetando las diferencias. No una educación convertida en adocrinamiento como en el caso del nazismo o ahora mismo de la Generalitat de Cataluña. Eso sólo conduce a perder valor por el desprecio a los diferentes. Creerse superiores no abre la puerta a ser realmente superiores. Más bien lo que consigue es anular al hombre idealista, impidiendo su creatividad. Eso perjudica a la masa social porque les priva de los avances y mejoras que tales mentes pueden aportar. Y finalmente facilita al hombre inferior sentarse en el trono del poder. aunque brevemente, porque rápidamente hacen lo único para lo que están capacitados: ¡destruir!
¡Exijamos una educación donde el hombre idealista dirija y el mediocre se prepare! Que aspire y luche para autotransformarse en hombre idealista. Nunca para convertirse en el destructivo inferior.
Mentes programadas. Fuentes
[1] Chomsky, N. (10). Estrategias de manipulación mediática. Biblioteca Pleyades. Disponible en: http://www. bibliotecapleyades. net. [enlace externo]
[2] Colón, E. (2007). PANEM ET CIRCENSES: terapia sentimental y control social en tiempos neoliberales. Grimson, A.(comp.). Cultura y neoliberalismo, 125-136. [enlace externo]
[3] Nazar, M. (2009). Estado de derecho y excepcionalidad. Algunas prácticas de control social sobre trabajadores durante el primer peronismo. Ponencia presentada en VIII Reunión de Antropología del Mercosur, Buenos Aires, 29. [enlace externo]
[4] Jiménez, F. (2018) ¿Cuál será el futuro de las pensiones a partir de 2019? A los recortes pasados se suma un nuevo tijeretazo. En: eleconomista.es [enlace externo]
[5] Ingenieros, J. (2010). El hombre mediocre. Linkgua digital. [enlace externo]