Verdades cuasi-absolutas. Ética humana.
Es verdad que los payasos nos suelen hacen reir. Pero algunos también nos pueden hacer pensar, como Chaplin en su discurso al final de la película El Gran Dictador.
Hoy el mundo se pasea por el filo de la navaja. Asoma una era tan prometedora como peligrosa. Se hace cada vez más imprescindible aprender a prestar oido a las verdades auténticas. Las de siempre. Las que no necesitan más que su propia presencia para ser esenciales a la humanidad. Este es un momento crítico de la historia donde nos jugamos un mundo gobernado por la luz de esas verdades sinceras o manipulado por las sombras de las cuasi-verdades a que nos vienen acostumbrando los poderosos.
Un mundo equilibrado
Y es que tendemos a olvidar con facilidad que «todos» somos responsables del mundo., De este planeta que nos acoje pero no nos pertenece. Una nave cósmica donde los pequeños gestos construyen a la larga civilizaciones más sólidas. Más duraderas que las grandes y grandiosas mentiras con que se levantan los imperios, esas que un día se muestran incapaces de detener su caida. Únicamente una ética de auténticos seres humanos puede proyectarnos hacia la eternidad y la grandeza- Hacia los valores que comporta: un mundo equilibrado de todos y para todos (y me refiero a los seres vivos, no sólo a los humanos).
Las generaciones jóvenes lo comprenden..Esperemos que construyan un futuro donde. al contrario que ahora, no se olvide ni se traicione. ¡Ellos son la última esperanza!