Hoi Polloi y sociedad justa
Dice Platón que «No todos los ciudadanos son competentes para ejercer funciones públicas, sin preparación y conocimiento y sin una vida virtuosa, es imposible gobernar con justicia» (Molera [1]). Pero la masa popular o hoi polloi es fácilmente manejable por aquellos que no siendo ni justos ni competentes, son sin embargo suficiéntemente hábiles para manipular sus pasiones e intereses pasajeros.
Así, en la democracia de Atenas, los demagogos ambiciosos de honores y poder eran frecuentemente aupados a los más altos cargos del poder. ¿Cómo explicamos a la luz de la evolución social que 23 siglos después de la muerte de Platón todavía nuestras democracias puedan ser dominadas por los mismos defectos que aquellas incipientes de la Grecia clásica? ¿Acaso no es posible la justicia social bajo el gobierno de la Hoi Polloi?
Según Naddaf [2] Heráclito llamaría Hoi Polloi a las «masas ignorantes» y parecería asimilarlos a los «defensores de la religión y la moralidad tradicionales .. la clase no intelectual y, por ello, al parecer, la mayoría»
Frente a ellos se situarían los partidarios de la «investigación» en cuanto explicación de todas las cosas basada en una argumentación racional. Anaximandro de Mileto constituiría en dicho sentido uno de los primeros partidarios de liberar al lenguaje de la incipiente filosofía de las «indeseables ideas preconcebidas de la poesía» [Naddaf]
Hoi Polloi. El Estado y la justicia social.
Avanzando un poco más en el texto de Naddaf parece como si nuestros políticos modernos se hubieran erigido en reyes de la alegoría, siendo capaces de ofrecernos un mundo poético antes de cada convocatoria electoral y encontrar después argumentos racionales de peso para negar lo previamente ofrecido como para probar que aunque «hay una oposición entre todos los elementos que constituyen el universo; estos pueden sufrir una destrucción parcial, pero se mantienen eternamente como un todo» [Naddaf] Queremos referirnos claramente al universo poético de «su discurso» y para nada al de nuestros sufrimientos, bien establecidos en el mundo de las crudas realidades cotidianas.
Así, la justicia social en las democracias del estilo ateniense se semejan para Molera al navío del Estado. Al parecer para su conducción no hacen falta conocimientos especiales. Y es, según él, «Esta manera insensata, ignorante, de llevar los asuntos del Estado» [..] «la que se propone sustituir Platón por el gobierno del filósofo-rey. Es decir, el reinado del hombre que sepa en realidad cuál es la ruta que debe seguir el navío del Estado. Y que pueda así ayudarle a superar las tempestades y las dificultades de todo género que vaya encontrando durante el viaje».
El filósofo-rey podría ser una especie de Mesías prometido de la justicia social. A fuerza de ser esperado, no puede ser reconocido cuando llega. En caso de serlo termina crucificado por ser molesto. ¿Conoceis alguno?
Hoi Polloi. Fuentes
[1] Molera, E.- [en línea] El idealismo en Platón. [consultado: 30-08-2013] [enlace externo]
[2] Naddaf, G.- [en línea] La alegoría. Orígenes y desarrollo de la filosofía desde
los presocráticos hasta la Ilustración. ARETÉ Revista de Filosofía, Vol. XIX, N0 1, 2007
pp. 41-86. [consultado: 30-08-2013] [enlace externo]