¿Hay futuro para un mundo no ecológico?
Mundo no ecológico… Parece que el siglo XXI será una época crítica para la vida humana, pero no por sus avances tecnológicos, informáticos o de comunicaciones – como normalmente tendemos a pensar – sino por el uso que hagamos de ellos para garantizar un futuro a nuestra especie (y a las demás) o para sellar las bases de la tragedia y la extinción. Esta centuria pasará a la historia como la de la salvación del mundo o la de su destrucción y no por la tan temida guerra mundial sino por la ecología.
Ser VERDE es Reducir, Reusar y Reciclar se puede leer en la Web Futuro Ecológico. Pues bien, veamos cómo van nuestro país y el resto del mundo al respecto:
Reducción del consumo

Umm… podríamos decir que nada va bien en el ámbito de la reducción del consumo de energía y siendo éste un indicio claro de todo tipo de consumos (combustibles, alimentos, productos manufacturados, etc.) la verdad es que la cosa no pinta nada bien. Si además tenemos en cuenta la tendencia alcista del crecimiento poblacional mundial, la obsesión consumista que reina de manera universal y el descenso de los precios del petróleo, la conclusión es muy pesimista.
Reutilización de los productos

El gráfico muestra la tendencia de generación de residuos en Brasil – uno de los grandes emergentes y por tanto una clara señal de por dónde van las cosas en este ámbito – y confirma que en Brasil la generación per capita de residuos sólidos crece más que la población. ¡Para muestra un botón y de los gordos! Luego en este aspecto ampoco van nada b ien las cosas para la ecología.
Reciclar
Esta actividad es imprescindible para poder retornar a los sistemas de producción los materiales obtenidos de productos ya desechados. Es fundamental conseguir una fabricación de productos de manera eficiente de cara a que éstos puedan tener un sencillo reciclaje y un menor envío al vertedero. Se con oce como «Economía circular» la tendencia política que promueve un cambio en este sentido y que resultaría crucial en la disminución de las emisiones de carono y gases de efecto invernadero.

Al menos en esto parece que nuestro país se está poniendo las pilas aunque quedaría por ver si se debe a una concienciación política del problema o únicamente a un aprovechamiento del nicho industrial creado por el reciclaje. En cualquier caso es un dato positivo y habría que tomarlo como ejemplo y proyectarlo sobre los demás. Con inteligencia se puede salvar al planeta sin necesidad de volver a la cultura del hombre de las cavernas.
Los medios ya comienzan a decir que «El acuerdo de París contra el cambio climático impulsa las renovables» pero J. Hansen, pionero de la lucha contra el cambio climático, califica el acuerdo de París de «fraude» por considerarlo una colección de promesas sin acciones concretas que garanticen la obtención de sus objetivos. Lo cierto es que da en la diana cuando afirma que «Mientras los combustibles fósiles sean los más baratos, los vamos a seguir quemando». Esto sigue siendo un mundo no ecológico.
Avanzamos, sí. ¿Pero hacia dónde?