¿La muerte del papel acabará con la estética de la información?
La muerte del papel. Una experiencia bastante común a los usuarios de ordenadores consiste en almacenar programas y archivos hasta que un día, en un futuro inesperado, se vuelven inservibles. Y ello porque el programa que los generó ya no existe (o si existe si ha vuelto difícil de conseguir). Esos son para Jiménez [1] algunos de «los riesgos en que se cae en la actualidad al desarrollar contenido digital sin tomar en cuenta a una política de preservación digital».
Eso no ocurre con la información registrada sobre el papel. Lo que está en los libros permanece accesible mientras simplemente seamos capaces de leerlo. ¿Qué ocurriría si en el futuro se perdiesen las máquinas capaces de darnos acceso a los archivos informáticos? ¿Cómo «leeríamos» la historia? Esta es una reflexión que muchos se hacen en torno a la desaparición de los documentos impresos. El fenómeno resulta agravado por la denominada «obsolescencia programada» característica de la sociedad de consumo.
La muerte del papel. Inconvenientes
Además del problema de la obsolescencia, otras voces añaden factores estético-hedonistas: el placer de leer un buen libro o de contemplar la página de una enciclopedia impresa no es transferible (al menos con el estado actual de las tecnologías) al de leer esa misma información en una pantalla de ordenador. El acabado final de la obra impresa dota a la información en ella contenida de un plus de belleza, de facilidad perceptiva y de comodidad para el usuario al que aún no han llegado las obras electrónicas. Y junto a esto se citan asímismo otros factores variados: psicología, fetichismo, valor artístico, etc.
A todo ello cabe añadir otros aspectos negativos como la fatiga visual que produce el tiempo sostenido de lectura en una pantalla electrónica, frente a lo descansado que resulta dejar resbalar la mirada por una bella página, regalarse con la nitidez de su tipografía y embelesarse con lo cuidado de su redacción, carente de prisa, como relajando la mente en su aspiración de eternidad. Al contrario de la obra electrónica, de rápida factura y presuroso diseño, como expresando su permanente temor a lo efímero de su existencia. ¿Pero no equivale ésto a negar la posibilidad de un campo de arte digital?
Indudablemente las obras en papel se hacen para ocupar un puesto en la casa y en la vida de la persona: forman parte de la estructura cognitiva familiar y, por ello, son cuidadas por dentro y por fuera, en su estructura, en sus contenidos y en su acabado exterior. No así aquellas grabadas en un soporte digital, contemplado ineludiblemente con la desconfianza provocada por lo que no perdura. ¿Pero acaso no son los marcos digitales o las pantallas flexibles previstas para el 2014 un primer síntoma de que también podrá cambiar ésto?
La muerte del papel. Ventajas
A favor de los medios de almacenamiento electrónicos juega muy positivamente el uso del hipertexto, la inmediatez de acceso y la inclusión de contenidos multimedia interactivos. ¿Pero es que acaso los obstáculos arriba mencionados son insuperables? Pues parece que la respuesta comienza a inclinarse hacia el «no» (Sánchez [2]), aunque sigue siendo «imperativo encontrar una solución de archivo digital que sea duradero (digamos, más de 100 años)», como plantea Plata [3], para al menos un tercio de los 35 zettabytes de información que se preveen manejar en 2020 por nuestra civilización.
Pues bien, es muy posible decir adios al papel, quien seguirá conservando su atractivo estético-artístico pero no será capaz de hacer frente al desafío impuesto por las ingentes cantidades de información con las que habremos de tratar en el futuro próximo. Las nuevas tecnologías terminarán por revolucionar los viejos conceptos y abrirnos paso a esa nueva estética digital cuya pujanza comenzamos a sentir, relegando a nuestro soporte de 5 milenios de antiguedad al grupo de las estéticas primitivas.
La muerte del papel. Fuentes:
[1] Jiménez León, A. [en línea] Preservación digital vs obsolescencia de la información. En: Apertura: Revista de la Innovación, Año 6 nº 3. Universidad de Guadalajara, México, 2006. pp. 101-108. ISSN 1665-6180. [Consultado: 03-03-2012] Disponible en: [Enlace externo]
[2 ] Sánchez, M. y Bia, A. [en línea] Desarrollo de una política de preservación digital: tecnología, planificación y perseverancia. III Jornadas de Bibliotecas Digitales : (JBIDI’02) : El Escorial (Madrid) 18-19 de Noviembre de 2002 / coord. por Purificación García Delgado, José Hilario Canós Cerdá, 2002, ISBN 84-688-0205-0 , págs. 41-50. [Consultado: 03-03-2012] Disponible en: [Enlace externo]
[3] Plata,O. y López, E. Tecnologías para el archivo de información digital a largo plazo. En UCIENCIA, pp. 38-39. [Consultado: 03-03-2012] Disponible en: [enlace externo]