Cómo destruir un país. Autonomías ruinosas

Autonomías ruinosas. España alcanzó a lo largo de 2015 un déficit público equivalente al 5,16% del PIB incumpliendo así en cerca de un punto el objetivo comprometido con la Unión Europea. Mientras el Gobierno central y los munincipales cumplieron adecuadamente con el objetivo previsto, no así las Autonomías ni la Seguridad Social. Bien es cierto que al menos la Seguridad Social se gastó el dinero en financiar los medicamentos contra la hepatitis C, pero ¿y las Autonomías qué nos dieron a cambio de ese déficit que habrá que sufragar con el dinero de todos? Parece ser que lo que nos han regalado es más mentiras y más latrocinios a cambio de menos servicios. ¡Fantásticos servicios los prestados por las Autonomías a los ciudadanos! Una deuda creciente para hundir sus pensiones de jubilación. ¿Gracias políticos!

Desmanes autonómicos
Otro grito amargo de todos los desempleados es el de la injusticia de los contratos a dedo que tan rapido se han desarrollado en el estado de las Autonomías. Lo que se aceptó como solución a la lejanía entre el ciudadano y la política centralista se ha convertido en una central de enchufismo para amiguetes, familiares y corruptos. Existe una conciencia cada vez más intensa contra esta organización de «Autonosuyas» por considerarlo «ruinoso, injusto y escasamente operativo«. Si a esto le añadimos el gasto de diputaciones, senados y otros refugios y puertas giratorias similares para colocar aforados y protegerlos de ser juzgados por sus anteriores desmanes… ¿Cómo no se va a incrementar el déficit que luego habremos de pagar entre todos?
¿A quién hay que votar para que todo esto acabe? Consecuentemente miremos más detenidamente los programas de cada partido y asegurémonos de no votar políticas económicas que financian desigualdades y ruina global. Autonomías sí, pero despilfarros y duplicidades inútiles ¡no!