Peña Negra y Morrón de Gragea
Peña Negra por sí sola (Sierra del Co) ya es una ruta difícil, pero muy interesante. Si le añadimos la trepada del Morrón de la Gragea por su Arista Oeste, se convierte en una ruta montañera extraordinaria. Y si además regresamos atravesando los pedregales y agrestes campos de la cara Norte, entonces tienes una ruta de esas que te machacan pero jamás olvidas.
Intelligent Benchmark Prediction: IBP 82
Tipo de Ruta: Circular de 7 km.
Tipo de Terreno: Trepadas/Destrepes (40%), Monte a través (60%)
Indicada para: Montañismo/Alpinismo
Fecha: 25/03/2023
ADVERTENCIAS:
TODO LO DESCRITO EN ESTA PÁGINA SON OPINIONES PERSONALES SUBJETIVAS Y NO IMPLICAN NINGUNA GARANTÍA. LA RUTA PROPORCIONADA ES UNA ORIENTACIÓN APROXIMADA Y NUNCA UNA VERDAD ABSOLUTA. ES RESPONSABILIDAD DE CADA UNO TOMAR LAS PRECAUCIONES NECESARIAS Y VALORAR SU CAPACIDAD PARA AFRONTAR LOS RIESGOS DE LA MONTAÑA.
PEÑA NEGRA Y MORRÓN DE GRAGEA
¡ATENCIÓN NO ES UNA RUTA PARA PRINCIPIANTES! EXISTE RIESGO Y EXPOSICIÓN EN MUCHOS PASOS. LA DESORIENTACIÓN PUEDE LLEVAR A ELEGIR TRAYECTOS DE MAYOR PELIGRO.¡LA TREPADA A LA ARISTA DEL MORRÓN DE GRAGEA ES MUY ARRIESGADA!
Las condiciones meteorológicas son críticas en este recorrido. Las trepadas y destrepes se ven facilitados por el buen agarre de la roca caliza bien seca. Al contrario, la humedad, el agua o el hielo, la convierten en una ruta de mucho riesgo.
Peña Negra es difícil, pero la trepada de la Arista Oeste del Morrón de Gragea es peligrosa. Incluso con la roca en muy buenas condiciones, la subida es muy vertical y una caída sería fatal. La mejor trayectoria de trepada arranca de la base izquierda del Morrón. En este tramo remontamos 20 metros de desnivel positivo y es el momento más arriesgado, especialmente en su segunda mitad. Una vez alcanzada la Arista, giramos en ángulo recto al Este. Continuamos trepando (menos riesgo) otros 20 metros de desnivel positivo hasta alcanzar la cima de 1.298 m.
Iniciamos la ruta desde el aparcamiento situado junto a la Zona de escalada del Cauche.
Según subimos hacia la Cruz Negra, hacemos una primera parada en la cueva situada por encima de la zona de escalada.
Dejamos atrás la cueva y continuamos subiendo. Al principio se ven algunos hitos, pero conforme ganamos altura nos introducimos en un paisaje dominado por vegetación arbustiva y roca caliza.
PEÑA NEGRA. ARISTA
Alcanzamos la característica Cruz Negra. Entrada a la arista que nos llevará a Peña Negra 1.
Iniciamos la trepada por la arista. No hay camino, solo piedra caliza. Aún así no tiene pérdida, basta con subir siempre al filo del abismo de la izquierda.
En el nivel de los 1.150 m de altitud la arista sale a una explanada. Aquí se inicia otra trepada bastante vertical, pero sin demasiadas complicaciones. Si no se desea realizarla, se puede rodear por la derecha. Accedemos a la parte intermedia de la arista, donde vamos encontrando algunos pasos bastante aéreos.
ZONA ALTA Y CIMA
Superamos una valla oxidada que no representa ningún problema. Seguimos a la arista superior.
Una última trepada y nos situamos en la plataforma de la cima 1 de Peña Negra.
Primer objetivo logrado, estamos en la plataforma de la cima. Y desde aquí tenemos una vista privilegiada de nuestros siguientes objetivos: Peña Negra 2 y el Morrón de Gragea.
Descendemos al Surco de San Isidro. Es un destrepe espectacular por su verticalidad.
El descenso termina alcanzando el Surco de San Isidro, un enorme y muy inclinado canchal: a lo largo de sus 350 metros pierde 200 metros de desnivel.
PEÑA NEGRA 2 Y DESCENSO
Conforme ascendemos a Peña Negra 2 podemos apreciar la verticalidad del destrepe realizado hasta el surco.
Navegamos por un mar de piedra, donde las olas son aglomeraciones caóticas de bloques calizos. El recorrido nos va mostrando bellas panorámicas de la Sierra de Camarolos y también del acuchillado filo del Morrón de Gragea que habremos de trepar a continuación.
Mientras descendemos, vamos buscando la entrada a la canal que nos permitirá bajar desde este cielo salvaje al mundo normal.
Finalmente llegamos a la entrada de la canal de descenso. La vista desde arriba impresiona bastante. Parece que si tiras una pelota bajará rodando hasta el final de la misma. Ante ese pensamiento, procuramos descender poniendo el alma en cada mano y pie.
La primera parte de esta canal es muy inclinada, pero el estado del suelo era bueno y la pisada se sentía firme. A pesar de requerir algunos pequeños destrepes, en general no fue dificil.
Parece que una vez la canal se abre y se junta con otra que discurre por su derecha, el terreno se complica y se convierte en una zona muy resbaladiza. Entonces la descendemos pegados a los muros de la izquierda, en dirección al sendero GR-7, distinguible ya cerca.
Casi al final de este descenso ya se nos ofrece una visual muy clara al recorrido que nos aguarda hasta culminar la cima del Morrón de Gragea.
AL MORRÓN DE GRAGEA
Una vez en el GR-7, remonté unos 30 m de altitud, para desviarme en lo alto a la derecha, hacia el Morrón de Gragea.
A partir de aquí se puede rodear por la izquierda el primer roquedal y seguir la valla hasta el punto más alto, donde es fácil atravesarla. Sin embargo yo opté por cruzar a derecha y acceder directamente a la parte alta. Seguidamente aparece un segundo roquedal oscuro que rodearemos por su derecha. La valla continúa hasta el roquedal, punto por donde la pasaremos a la vuelta.
Conforme vamos rodeando los oscuros muros de roca, se nos aparece la mole del Morrón de Gragea.
En lugar de optar por el ascenso fácil a la cima (lo utilizaremos para el descenso), nos aproximamos a la base de la Arista Oeste del Morrón. De hecho, aunque nunca lo había visitado antes, al menos tenía las referencias de algunos tracks anteriores de buenos montañeros. En consecuencia me decidí por la trepada en vertical hacia la Arista Oeste, para luego seguir ésta hasta alcanzar la cima.
TREPADA AL MORRÓN DE GRAGEA
Mi opción de subida comenzó por atacar directamente hacia la arista por la vía que muestra la imagen siguiente. Los primeros 10 metros de desnivel son moderadamente complicados, pero bastante accesibles y, sobre todo, con fácil posibilidad de retroceso. Aunque a un escalador le pueda parecer fácil, a uno que no lo es (como es mi caso) esta pared le representa un desafío. Además hay que tener en cuenta que no usamos ni cuerdas ni aseguramientos de ningún tipo, así que no puede haber errores.
Para superar el segundo tramo, los siguientes 10 metros de desnivel, nos encontramos en la zona (opinión personal) más peligrosa y de mayor riesgo de caídas. No quiero ni pensar en dar marcha atrás desde este punto. Así que me dirijo en diagonal hacia la izquierda mientras continúo trepando, para poder alcanzar la arista que se aprecia más segura.
Seguidamente llegas a un punto donde se te plantean varias opciones para continuar trepando, pero todas peligrosas. La derecha parece más suave, pero la izquierda presenta mejores agarres. Es por ello que opté por trepar siguiendo la grieta que se ve a la izquierda de la siguiente imagen.
Parece que la tercera parte de la trepada consiste en subir ya por la arista. Aunque desde abajo sigue impresionando, en realidad es mucho más fácil que los pasos anteriores.
MORRÓN DE GRAGEA
Una vez arriba echamos la vista atrás y apreciamos lo realizado. Hemos subido remontando el abultamiento rocoso que se aprecia a la derecha de la siguiente imagen.
Finalmente accedemos a la cima de 1.298 metros de altitud del Morrón de Gragea. La culminación de la misma nos paga con unas vistas espectaculares. Mires hacia la Sierra de Camarolos o hacia la Sierra del Co, el corazón se te agranda con el espectáculo de sierras tan bonitas.
Me acerco hasta los tajos de la cara Este del Morrón y allí me quedo absorto en la contemplación de la Sierra de Camarolos: Enebral, Realengo y Cruz de Camarolos, con la silueta de la Sierra del Jobo al fondo. La panorámica es impresionante.
Vuelvo atrás y comienzo el descenso y el regreso. Por este punto es mucho más fácil acceder sin tener que trepar.
Siguiendo con la ruta, volvemos hacia Peña Negra (bajo un sol inmisericorde), aunque al menos aprovechamos para disfrutar de unas vistas formidables. Tenemos unas perspectivas inmejorables de la canal por la que descendimos.
Llegamos junto a la valla y nos situamos a su derecha para seguirla en su trazado de vuelta a Peña Negra.
En la cima del primer punto alto que cruzamos echamos la vista atrás y vemos que la valla ofrece un paso fácil, tanto para la ida como para la vuelta. Continuamos por su derecha.
LADERAS NORTE SIERRA DEL CO
Después de seguir la valla casi hasta su final, nos desviamos al Oeste, siguiendo la dirección que toma el GR 7 en su descenso.
Aunque el GR 7 enlaza con una pista que vira al Norte. Nosotros continuamos al Oeste siguiendo la dirección de la valla. Nos dirigimos hacia la Ladera Norte de la Sierra del Co.
Después de abandonar el GR-7, vamos hacia las rocas de la Ladera Norte y junto a ellas encontramos el siguiente paso de valla (en su enlace con las rocas).
Seguimos monte a través, utilizando mayormente rastros de paso de animales.
En cambio, otras veces los pasos se vuelven más enmarañados. Buscamos la mejor alternativa, lo cual no suele ser fácil porque abundan los arbustos espinosos.
A continuación accedemos a la parte baja de la sierra y el paisaje se abre.
FINAL DE RUTA
Hay un paso de valla que nos permite finalmente dirigirnos hacia la cercana carretera y al punto de aparcamiento.
Desde la carretera echamos un último vistazo a las estribaciones rocosas que nos han acompañado durante nuestro recorrido. Aquí nos despedimos de la Sierra del Co. Unos cientos de metros por la carreta y enseguida estamos en el aparcamiento.
Peña Negra no es una de las grandes cumbres de Málaga, pero sí una de las que muestran más carácter montañero.
Primero, la trepada de subida por la cresta de Oeste a Este constituye un reto y nunca defrauda como experiencia montañera. El descenso al surco de San Isidro desde la primera cima plantea otro desafío por su verticalidad. El trayecto rocoso desde la cima 2 a la entrada de la canal te regala unos paisajes extraordinariamente salvajes. La canal de descenso impresiona desde arriba hasta abajo.
En segundo lugar, ampliar tan maravilloso recorrido con una trepada al Morrón de Gragea es poner más adrenalina a un recorrido que ya de por sí tiene mucha. Y finalmente, el regreso por la cara Norte de la Sierra del Co, siguiendo sus impresionantes muros de piedra vertical, es el colofón perfecto para una ruta que en solo 7 Km condensa todas las experiencias más intensas que la montaña nos puede ofrecer.
¡Disfrutadla!
«La meta es el camino»