Creatividad y objetivos de desarrollo sostenible. ¿Pobreza?
Creatividad y objetivos del milenio (ahora desarrollo sostenible). En 2010 se celebró una Cumbre Mundial a cuyo fin se aprobó un plan de acción para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos en la cumbre del año 2000 celebrada en la ONU y plasmados en la Declaración del Milenio: se pretendía en 2010 combatir la pobreza, el hambre y las enfermedades a través de un compromiso de gasto de 40.000 millones de dólares distribuidos en los cinco años siguientes. En el año 2013 se actualizaron esos objetivos y se renovó el compromiso, expresando además su voluntad de continuar en Septiembre de 2015 más allá de los logros conseguidos en dicho quinquenio.
El informe de 2014 sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) exhibía como lema «Podemos erradicar la pobreza 2015«. Y afirmaba en su prólogo: «La pobreza en el mundo se ha reducido a la mitad cinco años antes de 2015«. Aunque también se reconocía que «Se necesitan acciones más audaces y específicas donde todavía existen brechas y disparidades significativas«. Siguen siendo factores clave de preocupación mundial las desigualdades. Y como ya se señalaba en el informe de 2013 se concentran en el África subsahariana. Y también los problemas del desarrollo sostenible. Sin olvidar el deterioro del medio ambiente. Todos ellos provocados por el uso expansivo de los recursos naturales asociados al continuo aumento del crecmiento económico. ¡El paradigma moderno de bienestar individual y colectivo!
Creatividad y objetivos del milenio. La pobreza
Es altamente significativo lo conseguido ante el objetivo nº 1 (erradicar la pobreza extrema). Todos los rincones del mundo han experimentado avances extraordinarios. Se han conseguido reducciones de hasta el 50% entre 1990 y 2010. Con la única excepción de África subsahariana. Allí únicamente se ha reducido un 8%. Y además se concentra mayoritariamente en las mujeres. África subsahariana continúa como la región con la más alta tasa de nutrición insuficiente. Ha sido la única donde la cantidad de niños con dicho déficit ha aumentado de aproximadamente 27 millones a 32 millones entre 1990 y 2012. Al mismo tiempo la cantidad de niños con peso inferior al normal creció de forma alarmante. Aumentó en un tercio, de manera que pasó de 44 millones a 58 millones entre 1990 y 2012.
En fin, el último informe anuncia una brecha de pobreza concentrada en África subsahariana. Y con unas perspectivas poco halagueñas. ¿Cómo podemos extrañarnos entonces de las migraciones masivas que se producen desde estas tierras hasta las zonas más ricas del planeta? ¿Quién no haría lo mismo si se encontrase en tal situación?
Ok ¿Y lo básico?
Es realmente triste que ante este panorama sembrado de desigualdad e injusticia se utilice una palabra tan ilusionante como es «creatividad». Sobre todo porque está totalmente desprovista de otros aditamentos que marcan la diferencia entre su surgimiento y su muerte temprana. ¿Qué pasa con las inversiones necesarias en infraestructuras, educación, sanidad, justicia distributiva, seguridad, garantías políticas y derechos humanos, etc?. Son imprescindibles para dotar a esas sociedades de una posición básica suficiente. Justamente para que las personas cuenten con tiempo libre suficiente para dedicarse a ser creativas. Sin trabajo, sin futuro y sin nada para comer hoy. Debe ser ciertamente dificil ponerse a pensar en otra cosa que no sea satisfacer esas necesidades primordiales. ¿O no?
En 2019 la ONU ya no continúa con los objetivos del Milenio. En su lugar se ha dado paso a los llamados «Objetivos de Desarrollo Sostenible«. En el nº 1 sigue manteniéndose «Poner fin a la pobreza». Y se citan datos actualizados, reconociendo que sigue afectando a 783 millones de personas, la mayoría de las cuales viven en Asia meridional y África subsahariana. Y lo que es áun más grave, casi la mitad de la población mundial carece de sistemas de protección social.
Hemos avanzado mucho, sí. ¡Pero la mitad del mundo vive en el desamparo! La creatividad no se puede quedar en palabras y eslóganes. No vale para nada si no soluciona los problemas reales.