Vivir sin ilusión
La palabra «ilusión» suele tener dos significados muy poco próximos (Arboix [1]): el más conocido se refiere a la vertiente positiva del concepto y tiene que ver con expectativas optimistas que nos motivan para avanzar en nuestra vida, mientras que el segundo tiene que ver con la palabra latina illudere la cual alude a una determinada percepción que produce un engaño de los sentidos. Así pues la ilusión puede inspirar tanto una motivación enriquecedora de nuestra vida como un refugio falso en el cual nos aislamos de la realidad. ¿Es pues la ilusión un don o una condena?
Pero si abrimos nuestra mente también podríamos concebirla como un camino sin fin donde – al igual que sobre una cinta de moebius – lo que está aparentemente delante y lo que permanece invisible forman parte en realidad del mismo camino. Las coordenadas perceptivas sobre las que construimos nuestra realidad no dejan de representar sino una visión de las muchas posibles, como una barandilla a la que sujetarnos cuando caminamos sobre el precipicio. Ese apoyamanos no es necesaria para el camino aunque sí nos hace más fácil recorrerlo al evitar los miedos generados por nuestros sistemas de referencia.
Vivir sin ilusión o ser iluso
Así pues, vivir con ilusión y ser iluso forman parte de la misma actitud. La ilusión aporta energía suficiente para enfrentar la dureza del camino, es tan necesaria como el combustible para un vehículo. En cuanto a ser iluso, tampoco hay que verlo como algo negativo. Significa tener ideales, contemplar más allá del horizonte y elevar la mirada para ser capaces de imaginar un mundo mejor incluso en medio de la dureza de la vida cotidiana y sus reveses. Algo que Julián Marías [2] describe como «juzgar erróneamente, pero mejorando con el error la realidad juzgada«.
Por el contrario, vivir sin ilusión es comparable a experimentar el infierno en la tierra, sentirse atado y esclavizado por los acontecimientos negativos y sin capacidad para escapar de ellos o cambiarlos en positivo. ¿Quién puede vivir así sin perder su humanidad?
Fuentes
[1] Arboix, M.– ¿Se puede vivir sin ilusión? En: Psicología y salud mental (consumer.es). [consultado: 03/01/2016] [enlace externo]
[2] Marías, J.– Breve tratado de la ilusión. En: mercaba.org. [consultado: 03/01/2016] [enlace externo]