El paraiso europeo y los dioses de la política
La globalización, el descenso en las tasas de fecundidad y la mutación de la estructura familiar son para estudiosos como Pérez [1] los verdaderos culpables de la crisis del bienestar europea. Sin embargo, la solución arbitrada por los representantes democráticos ante los cambios estructurales de la sociedad se centra imaginativamente en la reducción de los derechos sociales, aduciendo que aquellos vienen a constituir el origen del mal que aqueja a la vieja sociedad occidental.
El cambio de modelo socioeconómico, familiar e individual en el seno del nuevo mundo globalizado destruye el papel tradicional del estado social demócrata como regulador de la actividad económica de las sociedades. El paraiso europeo y los dioses de la política actuales no son compatibles.
La estructura política europea se ha mostrado incapaz y poco interesada para controlar la evolución creciente de las tasas de desempleo. Y al mismo tiempo se verifica que los paises con una mayor intensidad regulatoria en el ámbito laboral (Italia, Francia y España) son precisamente los que se ven aquejados por una mayor incidencia del desempleo: la presión recaudatoria, las políticas de subsidios y la poca flexibilidad del mercado laboral parecen estar en relación directa con estos desequilibrios. La conjunción de todos esos factores, junto a otros no mencionados aquí, están en la base del mal funcionamiento del mercado de trabajo en Europa (especialmente en su vertiente sur). ¿Las soluciones? Aumentar la competitividad para incrementar el consumo, por la vía de disminuir la protección social .
Paraiso europeo y los dioses. ¡En construcción!
Pero nunca se debe obviar que aquellos que han sido elegidos para encontrar soluciones a los problemas de sus representados, no se han mostrado capaces de hacerlo. Además no han sabido enfrentarse a otro de los grandes problemas, la corrupción. Han optado por incorporarse a ella y causar una acelaración en la crisis y la instauración de una visión pesimista permanente en los ciudadanos. Europa se muestra desorientada. Y sus políticos no parecen encontrar una guía ni una orientación que ilusione a sus sociedades. Se ha planteado la conveniencia de avanzar en la construcción sociopolítica europea, pero únicamente se ha construido una élite burocrática que como en el caso de la revolución francesa, ha cambiado unos seigneurs (políticos locales) por otros (políticos europeos). Mientras tanto, los problemas del pueblo se siguen agravando y la europa del mercado no basta para solucionarlos.
El hecho de que Europa haya comenzado como una unión económica no quiere decir – y la crisis lo demuestra – que debamos pararnos ahí. La construcción de la identidad europea se vuelve esencial. Caso contrario corremos el riesgo puesto de relieve por Castillo [2] «La Unión Europea, que un día puso sus fuerzas al servicio del avance de la democracia, amenaza con convertirse hoy en un corsé para las fuerzas democráticas que ella misma ha liberado«. Nuevamente los dioses nos expulsan del paraiso cuando nos acercamos demasiado a ellos. ¿No va siendo hora de rezarnos a nosotros mismos?
Paraiso europeo y los dioses. Fuentes
[1] Pérez, G.- [en línea] El problema del trabajo y el Estado de bienestar en la Unión Europea. El Cotidiano, vol. 21, núm. 136, marzo-abril, 2006, pp. 77-85, Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco. México [consultado: 03/06/2014] [enlace externo]
[2] Castillo, P .- [en línea] Europa frente al espejo. [consultado: 03/06/2014] [enlace externo]