Estado del ¿Bien?estar
Estado del Bienestar, también conocido como Estado Social de Derecho, es una forma de gobernanza política que intenta asegurar una “ciudadanía social” universalizando el acceso a derechos sociales básicos (pensiones, salud, educación, etc.) y trasladando el eje de la política desde el poder hasta la ciudadanía.
Es curioso recordar que sus orígenes vayan desde regímenes autoritarios como el de Bismark [1] hasta épocas de transición de finales del siglo XX [2], como en el caso español. Este hecho podría ya introducirnos a la variabilidad que el fenómeno presenta en el tejido político y social de la humanidad, pero también debería recordarnos que aún existen muchas sociedades que no sólo se retrasan un siglo en adentrarse en el Estado del bienestar, sino que nisiquiera han avanzado un paso más alládel puro feudalismo. El trabajo de Rodríguez Cabrero [2] nos aproxima hacia las posibles tendencias de esta evolución protectora asimétrica:
- Proceso de contención (¿déficit público?) y sobre todo de reestructuración del gasto público (la famosa frase de Rajoy: «tendremos el Estado del Bienestar que podamos»).
- Proceso selectivo de privatización de servicios que compite con los servicios públicos sin necesariamente sustituirlos.
«La desigualdad se traduce en una dualización de los sistemas de prestaciones
en los que el sector público tiende a la minimización de las prestaciones y el sector privado se convierte en el ámbito de los que pueden disfrutar servicios de calidad». [2]
Para Aldo Isuani [3] asistimos a una nueva transformación de los modelos de relación sociolaboral y familiar empujados por los nuevos desafíos del capitalismo del siglo XXI. Las sociedades del bienestar buscan nuevas perspectivas de acción, pero siempre enraizadas en sus particulares trayectorias keynesianas anteriores. Una vez más – por si no lo teníamos claro – la centralidad del Estado del Bienestar es situada en el eje mercado-consumo: «la consumación plena del individuo se logra cuando alcanza la autosuficiencia por medio su participación en el mercado como consumidor y como productor».
Todo lo anterior nos lleva hacia la consecuencia más inmediata del binomio Estado_del_Bienestar-Mercado_de_Consumo: la polarización del bienestar. Mientras las sociedades más avanzadas pueden reaccionar a los cambios del mercado y readaptar sus políticas para mantener a sus ciudadanos en la órbita del bienestar, aquellas que no son capaces de hacerlo se ven arrastradas a la periferia del mismo. De este modo nos encontramos con que «lo económico se emancipa de la sumisión a lo político y se transforma en la instancia directamente dominante que comanda la reproducción y la evolución de la sociedad» [4].
¿Es éste el Estado del Bienestar a que aspiramos en el Siglo XXI?
Fuentes:
[1] Ernesto Aguila Z. [en línea] Estado del Bienestar: hacia una ciudadanía política y social. [consuta 24-09-11] [enlace externo]
[2] Rodríguez Cabrero, G. [en línea] Orígenes y evolución del Estado de Bienestar español en su perspectiva histórica. Una visión general. [consuta 25-09-11] [enlace externo]
[3] Aldo Isuani, E.; Ricardo Nieto Michel, D. [en línea] La cuestión social y el Estado de bienestar en el mundo post-keynesiano. [consuta 25-09-11] [enlace externo] [enlace externo]
[4] Amir, S. [en línea] Capitalismo, imperialismo, mundialización. [consuta 25-09-11] [enlace externo]